lunes, 20 de febrero de 2006

LA FELICIDAD, ESA GRAN DESCONOCIDA, HA VENIDO A VISITARME A MI CASA

Una vez le dije a Julio que le escribía en verde porque era el color de la esperanza. Hoy, que voy recuperando el aliento que me robó la desidia en más de una ocasión, prefiero escribir en azul. La esperanza ya no es necesaria, que se quede ahí, en la Caja de Pandora y que no moleste. Que no me haga falta invocarla, por favor.

Azul es el cielo que añoro ver cada vez que las  nubes frías se desplazan con los besos del norte, azul es mi idolatrado mar, ese espejo grandioso de los estados del alma, Azul es el libro de poesía más cursi y empalagoso del mundo (lo siento, R. Darío, pero nunca me has caído bien, me pasa como a Max Estrella), Azul es el príncipe que todas esperan y Azules son mis dedos entumecidos por el frío mientras escribo estas letras. Creo que ya no debo justificar más el uso de este color que, si bien en mi lista de preferencias va detrás del amarillo, va delante de todos los demás.

Esta mañana salí con el pelo mojado de casa. Mi ex se quedó mi difusor y es difícil secar esta madeja de pelo con el secador en miniatura de mi madre. Esta vez, al salir, cuando más cerca me he sentido de la neumonía en 10 años, por fin no he visto a los asquerosos cuervos. De un tiempo a esta parte, los veía en cada árbol, en cada trozo de cielo, en cada esquina, como acechando. Tenía miedo, no puedo negarlo. La culpa la tienen tanta mitología y tanta literatura greco-latina y medieval. No soy la única que ve a los pájaros, de hecho, en mi barrio, todo el mundo los ve. Sin embargo, cuando los veo yo, no veo simples aves feas; veo el "Never More" de Poe, veo a "La siniestra corneja repitiendo la desventura mía...", "La corneja a la diestra..." Mal agüero, siempre mal fario. Malditos antiguos, literatura maldita, me habéis convertido en un Quijote negro, temiendo las tinieblas en cada paso que doy por este breve camino...Sin embargo hoy, los cuervos no estaban, se habían marchado. El frío era terrible y cuando en el metro me aparté el pelo de la cara, toqué carámbanos y no cabellos. Pensé que con este frío mi tos por todos conocida, se agravaría de forma considerable. Y, sin embargo, ha desaparecido por fin. Es un placer volver a respirar y, sobre todo, fumar y fumar sin remordimientos, jejeje.

En el instituto tuve un buen día. Los pequeñines me pelotearon bastante porque el viernes, por fin, hice que me enfadaba con ellos. Creo que notan que no es de verdad, pero han disimulado bien y, cuando he percibido que sus murmullos empezaban a convertirse en palabras, esta vez no he dado lugar a que se tornaran en alaridos y les he preguntado con cara de desesperación: "¿Queréis que me enfade otra vez?", a lo que ellos respondieron que no, que al contrario. Y con carita de buenos, se han portado lo mejor que saben. Después en tutoría querían hablar de sexo y yo, aunque, liberal como corresponde a una persona del s.XXI, he tenido que lavarme las manos como Pilatos porque he descubierto que los chavales de primero no son un grupo homogéneo. Los hay que saben latín (y no del eclesiástico precisamente) y los hay que me han preguntado: "Profe, ¿de verdad el hombre le hace eso a la mujer?¡Qué asco!" Así que he optado porque los latinistas no romanizasen a los pobres Tartesitos y he cambiado de tema. Después de esto se mostraron menos interesados, pero, al menos, me cubro las espaldas.

Después he tenido examen con los de cuarto y, la verdad, es que me han sorprendido gratamente, ya que han aprobado todos con buena nota, excepto un chico, que tampoco lo ha hecho mal del todo, pues se ha quedado a las puertas de aprobar.

El caso, es que, después de tanta alegría laboral, las cosas, normalmente, sólo podrían haber ido a peor; pero, sin embargo, quedé con S. una vez más, esta vez, supuestamente para estudiar. Realmente, lo pensábamos hacer, ambos somos opositores y necesitamos esa plaza fija para echarnos a volar, pero después, mientras comíamos no hemos parado de hablar y nos han dado las tantas sin hacer nada. Ansiaba de verdad poder tener conversaciones así con alguien diferente al siempre buen amigo Manolo V., que siempre tiene oídos y buenos comentarios poéticos para mí y que, además, como yo, tiene un lugar en la Lista Preferente de la Oposición 2006, jeje; del encantador y caballeroso Julio, de mi Mami querida, de Javi Iker, de Raulillo, de Juancar o de Enrique. También ansiaba otras tantas cosas "que no se perdieron nunca, todas las  guardaba Él", jeje (yo también sé apropiarme tus frases, aunque se la cogieses prestada a Salinas, es tuya) y, al ver que todo era verdad, me he sentido en una especie de maravilla onírica. Soy tan sumamente feliz, me siento tan completa, que, en esos momentos, no existe nada más. "Todo lo llenas tú, todo lo llenas" , diría el Poeta...Y no se equivocaba, como la paloma, era más listo. Porque siempre existe alguien capaz de llenar esos vacíos del alma que siempre se han sentido tristemente desocupados...

Hoy ha sido un gran día, uno de tantos, uno de los que me quedan por vivir. ¿Será que no veo los cuervos porque es el comienzo de una nueva etapa? Espero que sí, ya ha habido bastantes "Never more" en mi vida. Ya ha habido muchas siniestras cornejas graznando mi desventura...

Hoy quiero agradecerte una vez más que hayas sacado ese frío que tenía pegado a los huesos. Quiero agradecerte, que después de un gran día en clase, me hayas dado lo mejor para el final...

Muchos besos a Todos, especialmente a:

Manuel V., Sabes que estoy ahí, sé que estás ahí, cada uno en su nube azul, pero conectados por unos hilos filológicos-fuenlabreños indestructibles. Gracias por seguir pasando por mi casa.

Julio. Sabes que siempre estoy en mi luna, sabes que tú siempre habitas el sol, pero estamos conectados por esa sangre azul y lepidóptera de la que tanto hemos hablado, y por los charcos de hielo, y por esa tableta de chocolate suizo, y, por supuesto, porque ambos conocemos al Sr. Other y los caprichos del minutero.

Javi Iker. Sabes que últimamente me conecto menos, sé que, últimamente, pasas menos tiempo aquí, pero estamos conectados por nuestro Manolo García, por esas largas charlas sobre La Princesa Prometida y Harry, Sally y todos los demás. Espero que esa "Magia" te llegue pronto porque la mereces más que nadie, ya que son pocos los que creen en ella. Gracias por haberme reconvencido de que existía, ahora lo creo.

Enrique. Sabes que tú eres la prosa, sabes que yo soy el verso; la chispa que yo alimento, tú la usas para cocer unos macarrones. Tú en la Tierra, yo en el Cielo; pero estamos conectados por una tarde tonta de adolescencia veraniega, porque nos han fallado miles de relaciones desde la nuestra, porque los dos ahora mismo hemos encontrado a una persona especial. Suerte con ella, amigo y, sobre todo, gracias por no criticarme que me precipitase.

Sory. Sabes que tú eres la hipoteca, sabes que yo soy el viento; sabes que tú eres el corazón, sabes que yo soy la cabeza que regaña a tu corazón y que pasa del mío. Sabes que tú eres la cabeza que regaña a mi corazón y  que pasa del suyo. Pero estamos conectadas por una amistad de siglos, por una complicidad única, porque ganábamos siempre que saltábamos en pareja a la cuerda con 6 años, porque compartimos el calimocho demasiadas veces, porque sufrimos Sitel (por cierto, a mí no me han pagado los atrasos que me has dicho esta tarde), porque aquel día aprovechamos los últimos cinco minutos que nos daba "La tía Enriqueta montada en bicicleta" (qué horteras éramos, Dios mío), por miles de risas y canciones de Extremo, porque, esta tarde, aunque me llamaste "loca", sé que te alegraste por mí. La risa te latía tras el tono de reproche y, qué quieres qué te diga, tras tantos años, no me creo nada de lo que me dices queriendo parecer seria.

Manuel S. Sabes que nos separaron mis ausencias de voz y letra, sabes que nos separó mi problema para concentrarme en otra cosa que no fuese pagar el alquiler durante un tiempo; pero nos une, el haber mantenido esta amistad a pesar de las tontas desavenencias y malentendidos. Gracias por estar ahí y animarme.

S. Sabes que estamos conectados como yo lo sé desde el primer momento en que te vi. Las palabras escritas sobran, ya me has dicho lo que prefieres y te he confesado que yo también lo prefiero. No necesito escribir en color verde, no necesito la esperanza porque te tengo a ti. Ya no necesito creer que, por fin, algo bueno me va a pasar, me está pasando. Gracias por ser la otra mitad que permite que esto suceda. Y prometo, solemnemente, que el próximo día estudiamos.

Besos de nuevo a TODOS.

BESOS A TI...

MÁS BESOS...

BESOS...




5 comentarios:

  1. Gracias a ti, Bego por soportar a este cascarrabias y tenderle la mano cuando menos se lo esperaba. Me ilusiona mucho ser amigo de una persona como tu y espero que compartamos muchas cosas en el futuro porque mereces la pena...pese a que no te guste Rubén Darío (¿¿¿¿has leido el poema de Caupolicán????) a quien tuve el placer de representar en el instituto haciendo "Luces de Bohemia, pero no te lo tendré en cuenta. Ya que creo que tu sabiduría es infinita y en uno de las entradas de tu blog aconsejabas no acercarse mucho a las cajeras de supermercado :P

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  2. Begoooooooooo, eres un filon escribiendo, creo que te contratare para que me hagas las letras de mis proximos temas. Me encandilas con tus escritos y lo que mas me gusta de todo es que encima ahora escribes estando contenta, cosa que me alegra. Por fin el tiempo nos pone a cada uno en nuestro lugar. Recuerdame que quedemos los 4 cuando vaya por Madrid (que bien me suena quedar en numero par jejejej). A seguir asi y afortunado quien este a tu lado, aunque no mas que yo al lado de mi cielo. Besitos.

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  3. Hoy mi reloj se paró 40 minutos.
     
    Al otro lado sólo escuchaba su tenue voz, algún improvisado susurro, algún suave y contenido bostezo.
    Era ella.
     
    Los mismos árboles, los mismos tejados, las mismas antenas, el mismo sosiego. Fuera todo era igual que hace unos meses.
     
    Aquí abajo, en el interior, en mi Sol, dentro de mí, sus palabras y las mías silbaban melodías diferentes.
     
    No le dije nada; no fue necesario. Ella me entiende.
    No me dijo nada; la comprendo.
     
    Ahora,  huelo las nubes, adivino dónde se esconde la Luna, enciendo alguna que otra e-S-trella fugaz, barrunto las tormentas,  incendio algún amanecer, sofoco pasiones noctámbulas,...,contemplo el cielo, el mismo de hace unos meses, lo confundo con sus ojos, miro el reloj y se vuelve a detener.
     
    Cuarenta minutos no son nada. Nada cómo estos cuarenta minutos.
     
    Chio Chan

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  4. buenas que ta andamos ?¿¿? yo tiramdo pero mal man pasao mazo de movidas aver cuando coincidimos y quedamos y hablamos pero como unos colegotes que somos  va y que no  tee olvides de los de galapagar va que aqui te estamos esperando no seras mal recibida va besos y PURA VIDA!!!!!!!!!!!!

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  5. gracias por esos ratos begoña NO  LLORES as sido nuestra mejor profe de lengua espero q quedemos todos pa comer como tu dijiste TKM  AMOR (x esas cosas en el  blog me as exo asta llorar)  no cambies xfiiis

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