Tengo la Plaza Mayor en la pantalla, buenos amigos con buenas conversaciones, un cigarrillo en la mesa y otros quince en el bolsillo, una Coca-cola Light fresca y la noche para mí, ¿qué más se le puede pedir a la vida?
Pero tengo unos alumnos pequeñajos que no paran de darme la vara (aunque los adore) y unos alumnos grandes que hacen que me distraiga y me ponga a contarles batallitas, en su noble intento de huir de la sintaxis.
Tengo que levantarme temprano y estar fresca para ellos. Besos y gracias.
P.D.1. A los que leísteis mis odas fúnebres de hoy y de siempre. Gracias Javi y Manu P.
P.D.2. A mis alumnos, que me hacen caso con lo loca que estoy.
P.D.3. A los caballeros de siempre, aunque la luna los tape.
P.D.4. A mí, por aguantarme.
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