sábado, 14 de junio de 2008

¡¡¡¡¡¡¡¡MIRAD COMO ESTUDIO!!!!!!!!(EL VIERNES OPOSITO)


“Palermo. Museo de los monjes capuchinos”. Quien quiera conocer el sentido de la vida, sólo tiene que introducir estas palabras en la cajita mágica de Google y conocerá la respuesta. Llevo traumatizada con el asunto casi 168 horas (hablar de días acorta más el tiempo).
“Oposición”. Quien quiera conocer una forma de entretener a su mente cuando en ella se proyecta la película “Las calaveras trajeadas” como consecuencia de haber visto un documental sobre el museo antes nombrado,  no tiene más que estudiarse un tocho sobre sintaxis y literatura española y acabará como nuevo. Pensando en cómo superar las pruebas sin haber estudiado hasta ahora y metiéndome los temas vía intravenosa con sobredosis de Cocacola Light y estrés, me olvido de las grandes tragedias de la putrefacción y la insignificancia humana. Es, de verdad, harto gratificante y se lo recomiendo a todos los melancólicos anónimos, jeje.
Raros de Internet”. Quien quiera leer una nueva narración para no dirigirle la palabra a nadie que no conozca en carne y hueso, sólo tiene que viajar unas líneas más abajo y deslizar sus curiosos ojos por ellas. Me decido esta noche a descansar un rato de estudiar y a contar otra historia, que, como siempre, supera a la ficción.
“Gracián”. Quien quiera descubrir por qué este hombre del siglo XVII se ha convertido en mi nuevo ídolo ha de saber que esta frase: No es tanto la noche para que duerman los ignorantes cuanto para que velen los sabios. Y si el día ejecuta, la noche previene"  es de dicho señor. Por fin tengo un argumento de autoridad para hacer de rabiar a Calvin Klein, que cada día me regaña por mis hábitos de lechuza y por sus maneras de ratón (ya que no sólo le jode mi rapaz nocturnidad, sino también que gaste luz). A este paso me veo dejándome los ojos a la luz de una vela (a lo mejor así me ambientaría mejor, quizá no es mala idea). Cierto es que me podría ir de casa, pero no tengo ni un euro, y como me he puesto de límite los 30 y todavía me quedan unos meses, no me da demasiada vergüenza seguir aquí un poco más, jeje – y, además, no me queda más remedio.
“Manolo”. Quien quiera saber quién es, sabrá que es mi salvador, pues me ha echado hoy una mano con asuntos de la oposición. Es un Elegido, es decir, alguien que sacó la plaza sin los cursos que dan dos puntos. Yo me quedé sin ella la última convocatoria por no haber hecho los dichosos cursillos ¿Cuál sería la moraleja? La que yo me pasé por el Jander, puesto que me vuelvo a presentar de vacío, pues estos dos últimos años, me he dedicado a acumular de todo menos los dichosos dos puntos: películas, libros, niveles en el WOW, quedadas, líos, colegas, conciertos, viajes, etc. Soy lo peor y, fijo, que si vuelvo a aprobar todo otra vez y me vuelvo a quedar sin plaza, me diré que haré los cursos (gratuitos y fáciles para el mono Virgil-es un mono de una peli, ajjajaja) durante los dos próximos años. Sólo hay que estar dispuesto a perder tiempo para hacerlos ¡y encima se hacen desde Internet! Pues, pese a esto, me veo a mí misma en 2010 escribiendo en mi blog que soy una vaga de mierda y que podría haber hecho los cursos. No es difícil ser adivina conmigo misma. Mi gusto por la ociosidad y el esparcimiento ¡qué bonita palabra ésta última! es una de las pocas cosas previsibles que conozco bajo el sol.
“Ruina”. Quien quiera conocerla, debe vivir con sus padres, ser una víctima de la sociedad de consumo y meterse en las páginas de venta de ropa y en Ebay. Soy pobreeeeee, pero ¡tengo una cantidad de pijadas!
“Cigarrito”. Quien quiera seguir mis pasos, que se venga a la cocina conmigo a llenarse los pulmones de algodón de azúcar moreno ¡vaya metáforas que creo en un momento! Me quiero. Ahora vuelvo.
“Gochez”. Quien quiera saber lo que es gochez, que tome nota de mi cena de hoy: Bocata de tortilla francesa, helado de chocolate y ahora, algo sumamente prohibido: PAN CON NOCILLA. Eso sí, integral y echando la culpa a la regla que está por venir y que siempre da mucha hambre. Quien no se consuela es porque no quiere. Como dirían los geniales Circodelia (tb nuevos ídolos): “Se ha frustrado mi plan de fruta y castidad, igual que el año pasado” ( si bien es verdad que nunca he planeado llevar ninguno de los dos). Mi proyecto más exactamente se correspondía con la conocida por todos “Dieta del cucurucho”, pero este finde he fallado en lo de comer poco, jajajaja.
“Plan”. Quien tenga curiosidad por saber lo que haré las últimas horas, se verá satisfecho si le digo que velar y estudiar gramática mientras él/ella dormía como un lirón.
“Ángel”…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….Porque, como dice mi antes nombrado nuevo ídolo, Gracián: “Siempre faltan palabras donde sobran sentimientos”
Y ahora, sin más demora y después de colocar en el número 10 de la lista a mi Amado, paso a contar  un nuevo capítulo de “RAROS DE INTERNET” para, así, poderme ir a estudiar en paz, sabiendo que alegro a esa parte de mis lectores que me lo han pedido.
CAPÍTULO III: El  profesor chiflado que no se llamaba Jerry Lewis
De las formidables e de las raras peticiones propias de la masculina natura y de cómo las descubrió la autora de este relato en un varón de singular extravagancia.
No recuerdo si los tiempos que corrían por aquel entonces, eran buenos o malos. Simplemente sé que corrían porque llevan intrínseco a su naturaleza el deseo de escapar del control del hombre, que todo lo quiere dominar. Y es por eso que, cuando los segundos pasan por nuestro lado, lo hacen como huracanes que, de puro frío, nos encanecen el pelo y nos arrugan el rostro.
No importa pues, la hora en que esto ocurrió, sí el lugar: Internet. Aquella noche, tenía un nuevo habitante en mi Messenger. No sabía cuándo lo había añadido, ni quién era, ni por qué, pero él sí sabía quién era yo porque, por lo visto, había conseguido mi dirección indagando en mi blog. El caso es que se puso a hablarme y me contó que tenía 30 años y que era profesor universitario de historia en Valencia. Me pareció extraño, pues su ortografía era pésima y su forma de expresarse aún más, pero, de momento, no lo clasifiqué en la lista de Arévalo y Miss Manga Girl y seguimos hablando algunos días.
Un buen día, este señor, al que llamaremos Argón por motivos que algunos adivinaréis por vuestra afición a la literatura y que otros sabréis al finalizar el relato, me envió una fotografía. Era un hombre, a decir verdad, bastante guapo, pero se empezó a rayar y a mandarme una foto detrás de otra, cada vez más propias de póster de revista gay. Mientras tanto, él pedía que yo le correspondiera e hiciera lo mismo,  y yo, mientras jugaba al baloncesto virtual encestando sus fotos en  la papelera de reciclaje, le remití a las fotos del Space por no andar enviando nada. Fue entonces cuando me preguntó si tenía alguna foto más erótica que las del blog y, como le di largas y alguna que otra mala contestación, me empezó a decir que las chicas españolas éramos unas estrechas porque él era (o se hacía pasar) por argentino.
Estuve sin admitirlo en el Messenger varios días y entonces fue cuando me llenó el buzón de correos preguntándome si me había molestado y pidiéndome perdón. Me dijo que quería ser mi amigo y que aquella petición había estado fuera de tono. Al quinto email decidí admitirlo y entonces fue cuando sucedió. Después de varios días poniendo monosílabos en conversaciones bastante aburridas con él mientras me deleitaba hablando con mis colegas en otras ventanas, me contó que estaba muy enfermo. Me dijo que me lo contaba a mí porque no tenía a nadie, ya que su madre y su hermana habían muerto de la misma enfermedad que él padecía. El caso es que me dio pelos y señales de su tumor cerebral, me dijo cómo se llamaba la afección que tenía, me dio páginas de Internet para que viera que le quedaban dos días y que no tenía curación. La verdad es que fue tan técnico que lo creí y me dio mucha lástima. Como me dijo que lo único que le alegraba la vida eran nuestras conversaciones, hablé algunas noches con él. Intentaba animarlo diciéndole que no se diese por vencido y esas cosas que se supone que  han decírseles a los enfermos terminales. El pobre Argón empezó a decir que me quería y que me fuera a vivir con él a su yate y empezó a mandarme patéticas historias sobre una supuesta relación entre los dos. Eran en realidad, cuentecillos rosas, de serie Z, con descripciones y tópicos que harían parecer Cervantes a Corín Tellado. Me daban bastante vergüenza porque, además, se ponían calientes de una forma muy cutre, propia del inventario de un enfebrecido consumidor de porno del malo. Como me daba penilla no le dije nada de aquellos cuentos y poemas. Intentaba esquivarlo bastante y casi siempre me ponía como no conectada, pero, a veces, me podía el remordimiento de pensar que el hombre estaba fatal anímicamente y lo hablaba (es lo malo que tenía ser buena todavía).
En cierta ocasión, mientras me contaba que apenas podía moverse por su enfermedad, me dijo que había algo que le aliviaría y que ese algo sería una foto mía un poco cachonda. Le dije de nuevo que no tenía y que, aunque tuviese, no se la mandaría y que no usase su malestar como pretexto para conseguir esas cosas. El caso es que el tío comenzó a decir que la única forma de que le dejase de doler la cabeza era que le enseñase algo por la webcam o que le mandase fotos eróticas. Tuvo, además, el mal gusto, de decir que se había desfogado varias veces con las fotos de mi Space y que así se le quitaban los dolores.
Le mandé - ya sabéis dónde - por trolero, por penoso y por salido; pero, como imaginaréis, no me dejó en paz. Me envió millones de emails pidiendo que le enviase, aunque fuera la foto de una teta (os juro que es verdad) para aliviarle el sufrimiento del supuesto cáncer.
Cuando vio que después de mil veces no le contesté, decidió lanzar el órdago y me dijo que ya estaba en la peor fase y que le quedaba, como mucho,  un mes de vida según los médicos. Por un momento, por el tono lastimero de su carta, dudé si sería verdad que estaba malo. Estaba salido, eso estaba claro, pero, a lo mejor,  eso no era incompatible con estarse muriendo.  A los pocos días volvió a su sempiterna petición: “Por favor, enséñame el culo antes de morir”. Era lo más patético que había visto en mi vida.
El caso es que por fin desapareció y pensé que, o bien, había muerto, o bien había encontrado buenas samaritanas que le hiciesen despeloterapia (este recurso se llama calambur, me lo ha dicho hoy el sabio Manolo, jeje).
Pero como decía yo misma en un cuento que escribí hace años: “Los fantasmas, siempre regresan” y cuando yo ya le daba por feliz pajero o por infeliz calavera, recibí un email suyo. Habían pasado unos tres meses. No le contesté y volvió a desvanecerse como un mal sueño al despertar.
Un año después (hará unos cuatro meses desde el día de hoy), volvió a aparecer, preguntándome por mi vida y diciendo que por qué no le quería como amigo. No mencionaba nada de su enfermedad ni pidió material x (supongo que esperaría hasta recuperar la confianza para rogarlo).
No he vuelto a saber nada más de él. Ahora bien, lo que sé es que no hace falta ir a Lourdes para que los milagros ocurran, con comprarse el Playboy puedes alargar mucho (aparte de otras cosas, jeje), tu esperanza de vida.
Hoy vivo tranquila pensando que este hombre ha encontrado nuevas chicas a las que escribirles relatos con nombres tan poéticos como “El yate del amor”. Os juro que uno de ellos se llamaba así. Es tan vomitivo que la nocilla de antes no me va a aprovechar como siga recordándolo.
Sin más dilación y dirigiéndome a la dulce cama a descansar (que ya estoy muy cansada para estudiar), finalizo esta historia a la vez que termina el reinado de la luna y da paso al sol.
*Por cierto, Argón es el protagonista de la obra de Molière: El enfermo imaginario
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¡JODER, SON LAS 6:06! Justo a esta hora, acabé mi entrada de hoy, Nene. De este modo ha sido como he pasado en un segundo de los absurdos y sórdidos recuerdos cibernéticos a recordarte a ti, tan guapo, tan dulce, tan rico, tan encantador...  una vez más en este día y se ha borrado todo lo anterior. Desde que TÚ estás, los fantasmas ya no regresan.
UN BESO QUE NO SE ACABE PA TI
DOS BESOS EN LAS MEJILLAS PA LOS DEMÁS
TRES BESOS EN LAS MEJILLAS A LOS AUTORES DE LOS ÚLTIMOS COMENTARIOS
CUATRO PA LOS QUE SIEMPRE COMENTAN O ME MANDAN EMAILS CON SU OPINIÓN
 Y COMO UNA PERSONA SABIA JAMÁS ACABARÍA NADA CON EL NÚMERO CINCO, YA NO HAY MÁS BESOS PA NADIE.
¡HASTA OTRA!

2 comentarios:

  1. Que tengas mucha suerte en tu oposición. Tengo otras amigas que también opositan ese día.
    Para después, que no ahora. Te dejo el link sobre lo que escribí ayer...me lo ha hecho recordar lo del documental "calaveras trajeadas"
    Además si buceas un poco, podrás encontrar cruces templarias, pero de las de verdad. Hace tiempo me preguntaste por eso ¿lo recuerdas?
     
    Aquí tienes el link
    http://fmunozj.spaces.live.com/blog/cns!35CB216D372E97AD!7023.entry

    ResponderEliminar
  2. La historia de hoy me ha dejado alucinada, joder que gente más rara!!, pues fijaté que no me he cruzado yo de momento con nadie de este tipo,..menos mal!!...será porque a la mínima me mosqueo y me alejo, ...Buena suerte con tu oposición...
    Un besote.

    ResponderEliminar