martes, 20 de mayo de 2008

EVENTO ¿POR QUÉ?

Muy buenas. El motivo de que escriba esta entrada es que Manuela me ha invitado al evento "¿POR QUÉ?" que ha organizado en su blog y me parece que sólo puedo participar escribiendo desde el mío. Se trata de una iniciativa muy bonita que consiste en escribir cuentos o dar consejos para explicar a los niños ciertas cuestiones de la vida que les intrigan. No sé si se me dará muy bien, pues suelo tratar con adolescentes y a ellos es a los que tengo que liar con historias para que atiendan en clase, pero lo intentaré,  todo sea porque el espacio de Manuela se llene de relatos destinados a tan hermoso fin. He estado leyendo los que allí había y me han gustado bastante. El de Brushi ya lo conocía y me ha encantado volver a leerlo porque es genial ¡cómo se nota que es una mamá dulce y creativa!

Ya os he contado en alguna ocasión que me encanta la mitología porque explica la realidad de una manera poética y simbólica y, de igual modo, disfruto mucho con las fábulas o las alegorías por el mismo motivo. Opino que los cuentos tienen una capacidad didáctica espectacular y, además, estimulan la imaginación infantil. No sé, me ha encantado la idea. Por si queréis pasaros a ver el evento, sólo tenéis que pinchar en la palabra "POR QUÉ" que aparece bajo mi perfil. Os deseo un buen paseo y voy a ver si me invento algo mientras me fumo un piti, jeje. Ahora vuelvo y, si puedo, con un cuento. Como no tengo niños todavía (espero que algún día en un futuro lejano, sí tenga), lo único que se me ocurre inventar son cuentos que me hubieran servido a mí para corregir mis vicios y conductas del presente , jaja. Así que ahí va el primero:

LA REBELIÓN DEL TIEMPO

A Bea no le gustaban nada los relojes. Le parecían feos, aburridos y carentes de sentido. Ella siempre había preferido fijarse en otras cosas de la vida como las nubes, las golosinas, los juguetes y los libros. Los adultos, en especial, sus padres, se empeñaban en la importancia que los relojes tenían para la vida y vivían obsesionados mirándolos. A Bea, le parecía muy cómico que aquellas dos personas que mandaban en la casa y que eran los dueños de su mundo conocido, de pronto, estuvieran dominados por un aparatito tan vulgar. Aquellas dos agujas flacas y desgarbadas les decían cuándo debían salir de casa, cuándo irse a la cama, cuándo cenar y cuándo despertarse. De este modo, Bea se dio cuenta de que todos los humanos eran esclavos del tiempo y que seguían las órdenes de los relojes sin plantearse por qué debían hacerlo.

Lo malo de ser una niña, es que muchas veces, no tienes capacidad de decisión y tus padres deciden por ti. De este modo, Bea se dio cuenta de que, indirectamente, ella también estaba sometida a los caprichos de los relojes y, en especial, de sus odiosos primos hermanos: los despertadores. El reloj, al fin y al cabo, era un enemigo silencioso y tranquilo, pero ¿el despertador? Eso sí que era un auténtico monstruo, siempre gritando y asustando a la gente cuando estaban sumidos en sus sueños más dulces, siempre yendo contra la naturaleza del cuerpo humano, obligándole a desperezarse cuando aún no estaba preparado.

De este modo, Bea decidió rebelarse en secreto contra el dictamen de horas, minutos y segundos; se dijo a sí misma que no haría caso jamás a un maldito reloj y así lo hizo para sentirse libre. Cuando sus padres la mandaban a la cama, ella encendía una linterna bajo las sábanas y leía durante toda la noche. A la hora de ir al colegio, decidió que le apetecía más irse a un parque a ver a los patos cuando hacía buen tiempo. Si, por el contrario, el frío reinaba sobre la ciudad, esperaba a que sus padres se fuesen a trabajar y se ponía de nuevo el pijama y se quedaba entre las sábanas. Si algún día quedaba con otros niños para jugar, Bea nunca llegaba a la hora, tan despreciables eran los relojes para ella.

De este modo, crecía feliz y libre y aunque los demás se enfadaban por su impuntualidad y su falta de responsabilidad, a ella no le importaba porque sabía que los que estaban equivocados eran ellos, que no sabían vivir la vida.

Pero como siempre pasa, cuando olvidas por mucho tiempo algo, ese algo también se olvida de ti y un día, los relojes, enfadados por tanto desplante, decidieron abandonar a Bea para siempre. Cuando la chica creció y se dio cuenta de su importancia, llenó su casa de ellos, pero de nada le sirvió. Éstos se retrasaban a propósito y hacían que Bea llegase tarde a su trabajo, que se le quemase la comida por permanecer demasiado tiempo en el horno, que llegase tarde a todos los compromisos familiares y que se perdiese una interesante cita con un chico muy guapo, pues no sabía cuándo empezar a arreglarse. De este modo, Bea se quedó sin trabajo, sin amigos y sin pareja y se dio cuenta de que no podía vivir ignorando la única forma de organizarse que tenían los seres humanos. Consciente de su error, fue disculpándose con todos los relojes de la casa, incluso acarició al reloj de la cocina y al horrible despertador de Burt Simpson. A partir de entonces, los relojes, que no son mala gente, volvieron a funcionar y Bea, poco a poco, fue haciéndoles caso, aunque nunca se acabó de acostumbrar a su ritmo y siguió siendo impuntual unos cuantos años.

FIN

Bueno, pues ya está. Sé que me ha quedado un poco chapucero, pero qué le voy a hacer, nunca escribo cuentos infantiles. Pero la intención es lo que cuenta ¿no?

Pues nada, aprovecho la ocasión para mandarle un beso a Ángel, el chico guapo de mis citas, y para pedirle perdón por mi impuntualidad, jeje.

También para saludar a mis amigas Moni, Brushi y Rebeca y mandarles un besito porque las quiero mucho; para agradecer a Manuela que me haya invitado a su evento;  para saludar a José Luis, a Don Luigi, a Borja, a Juan G.pintado y a mi Buen Amigo Joko y para saludaros a todos ahora que tengo tan poco tiempo de conversar con nadie.

BESOS A MI MAMUCH, porque me siento muy feliz de que haya cumplido su sueño de ver la Ciudad Eterna (espero que haga honor a su nombre y que siga estando allí cuando yo vaya dentro de un siglo o dos, jeje).

BESOS A MI PAPARL, porque es el que ha hecho realidad el sueño de mi Mami (le regaló el viaje por las Bodas de Plata) ¡qué romántico!

BUENO, BESOS A TODO EL MUNDO QUE LO MEREZCA




2 comentarios:

  1. ey bego..te estoy hablando por el meseng..pero creo que no estás..ponte en contacto conmigo en cuanto puedas guapa,que quería hablarte precisamente de este tema..
    un besillo.

    ResponderEliminar
  2. Has escrito un cuento biográfico! :D Muy chulo, a ver si me pasas más capítulos de lo que estabas escribiendo...
     
    Besos

    ResponderEliminar