viernes, 16 de marzo de 2007

TACONES MALDITOS

Observo la foto de Michael Corleone que tengo de salvapantallas y entonces recuerdo a ese alumno que, en su trabajo sobre El Padrino, me puso que su personaje favorito era Michael por lo simpático que era. He de aclarar, para quien no haya visto esta obra maestra del cine, que Michael Corleone, era cualquier cosa menos simpático. Es más, es el más antipático, frío y seco de toda la peli. Así que me partí de risa por lo peculiares que pueden ser los adolescentes. Me parto de risa también ahora, con más de dos copas de más, mirando a Al Pacino a los fieros y siniestros ojos. Cuanto más serio me mira, más risa me da-ojalá tuviera yo a un hombre ahora mismo que me mirara así, jeje y que no estuviera en la pantalla. Ojalá tuviese un marido mafioso con una mansión con piscina. Ojalá pudiese celebrarlo fumándome uno de esos cigarrillos que tanto me gusta pensar que añoro aunque no los añore tanto. Cuando uno lleva años haciendo algo que cree que es imprescindible, no puede concebir que, llegado el momento en que esa acción desaparezca, no lo sea. Te sentirías idiota. Por eso quiero pensar que echo de menos el tabaco, aunque en realidad, nunca haya echado de menos nada en este mundo, excepto la niñez, un par de sensaciones amorosas y a mis amigos desaparecidos Isra y Raulillo. Claro está que quien desaparece es porque no quiere ser encontrado y he de aceptarlo y todo está bien. A veces me da un poco de pena,pero también me da un poco de pena cualquier anuncio de la tele, o una peli, o que se me rompan las medias mientras me las pongo...No sólo de penas vive el hombre, es más, las penas aniquilan la vida del hombre. Te van enterrando, enterrando y, de repente te das cuenta de que estás respirando tierra, de que la arena te entra por los poros, de que ya no hay más sol ni más mañana. Sólo noche, noche oscura y nada más. La Nada, que, en el fondo lo es TODO.

Ahora no tengo miedo. El alcohol mitiga los terrores provocados por las tinieblas del alma. No bebí mucho, pero sí lo suficiente para ponerme a escribir a las 5,48 de la mañana después de venir de marcha.

¿Qué busco en esta casa polvorienta? No lo sé ¿Busco una liberación, una catarsis? Tampoco. Libre soy, queredme libre, sólo por amor-como diría el poeta.

¿Entonces qué? ¿Acaso busco algo que acabe con el tedio? Por supuesto que no.Ahora no me aburro, tengo sueño y me duelen los pies por culpa de los tacones. Juro que, algún día, dejaré de ponérmelos. Si mido 1,70, ¿para qué los necesito, además de para martirizarme?

Es más, aunque midiese 1,50, tampoco servirían para mucho más.



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Esta noche ha sido peor que la de ayer y espero que también sea peor que la de mañana. Salí con la Carol y me aburrí. No encontré ninguna conversación interesante ni ninguna motivación para aguantar erguida sobre mis tacones. Me cansé, me aplastaron como en el metro, pusieron bakalao ¿hay algo peor que eso?

Ayer fue mejor y quiero, desde aquí (porque sé que lo lee a veces), dar las gracias a David por habernos invitado a las dos Begos a la Sidroquedada. Lo pasamos muy bien y charlamos con mucha gente majísima y divertida. Eres un cielo. Un Besito.

Ahora me debo ir a la cama porque me están dando ganas de fumar aunque no tenga ganas.

Muchos Besos a Todos.

De las Posdatas voy pasando, que empiezan a ser algo cargantes -fijo que vuelvo a ellas en dos días-jajajaja.

 




2 comentarios:

  1. Di que sí! Estuvo genial esa sidroquedada, y la presencia de las begos le dio un toque de nuevos aires y alegría. Lo pasamos muy bien, merece la pena una noche de jueves así! Caisteis muy bien a todo el mundo, no podéis faltar a las próximas salidas :)
     
    Un beso a las dos!!

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  2. Sigo fiel a mis principios y aqui estoy de nuevo

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