viernes, 30 de mayo de 2008

Podría...

Podría ponerme a escribir poemas en esdrújulos, posarme en la 5ª Nube, bañarme bajo la lluvia o, simplemente, deslizarme por aquí con el ardiente secreto asomando su luz por las rendijas, con el fuego abriéndose paso bajo los labios.

Podría callar para siempre y sepultar el sentimiento conjuntamente con mi cuerpo, marchar a la cocina, quizá hacerme un Neskuik, coger otra Cocalight y encenderme un cigarrillo más.

Podría llorar de alegría o reír hasta que se me saltaran las lágrimas, abrir la Cocacola y aplacar la sed de esta noche, dormir un rato para que el tiempo se comprima y pasé por mí sin despeinarme.

Podría seguir estudiando como llevo haciendo casi todo el día, continuar mis novelas tullidas, subirme a la báscula y pisotear los kilos que he ido perdiendo con orgullo y firmeza, ganar un maratón de insomnio y una medalla a los ojos abiertos.

Podría fingir que me fastidió que mis amigas no me llamaran para salir hoy, enfadarme tal vez sólo por el gusto de darme importancia, hablar por el messenger con algún noctámbulo clásico (como mi querida Brushi) o jugar un poco con mi brujo abandonado allá en el Reino de los Videojuegos Olvidados.

Podría viajar a través del tiempo y mandar huracanes a los sitios más tétricos para que los borrasen del mapa de mi cerebro, escuchar música, pensar en el futuro o respirar la intensidad de este presente.

Podría mascar chicle, sacar la cabeza por la ventana esperando la decapitación por parte de alguna estrella decepcionada - ya que, podría mirarlas, como siempre, pero no lo hago desde hace cinco lunas.

Podría morir en cualquier segundo si la Pálida Dama quisiera sacarme a bailar, contemplar vuestra muerte si os sacase a vosotros, mirarla a los ojos y decirle que se pire a vivir en los poemas tristes, ignorarla y engañarla con su antagonista.

Podría leer ese libro que me lleva esperando un mes (hablo de tu novela, Juan), darme un paseo de dos metros cuadrados, tumbarme en el sofá y verlas venir con dulzura, tal como vienen haciéndolo últimamente.

Podría llamar por teléfono, charlar con ánimas errantes del crepúsculo, obligar a una porción del mundo a que me escuche.

Podría decir que tengo ideas geniales, vanagloriarme con mis logros académicos, alegrarme de que mi cuenta bancaria se ha recuperado de la anorexia.

Podría hacer dedicatorias, ponerme a ver fotos y rejuvenecerme por instantes, matar ácaros con laca, resucitar flotadores haciéndoles el boca a boca.

Podría esperar al sol, quedarme en esta silla y esperar a que la curvatura de mi trasero desapareciese del todo gracias a la teoría evolutiva.

Podría ponerme a ver series, buscar alguna película que me satisfaga, dormir, tal vez, soñar.

Podría hacer tantas cosas...

Pero no puedo porque lo único que hago últimamente es PENSAR EN TI.

Un cálido beso de los Nuestros.

3 comentarios: