sábado, 9 de abril de 2005

PARA LOS VIAJEROS DE LA NOCHE

Buenas noches, vampiros. Otra vez me hallo aquí aniquilando el tiempo. Tras tantos siglos de peregrinaje por estas tierras de mortales, ¿qué otra cosa podría hacer?. Hoy ya he perforado cuatro yugulares, he sobrevolado Madrid bajo mi forma de murciélago- por cierto, qué frío (nunca va a acabar este invierno)- y he intentado echar una cabezadita en mi confortable ataúd sin conseguirlo. Así que aquí me tenéis reflexionando sobre si debería haber titulado mi espacio "Vampirilla golfa" para que alguien me escribiera. Más no, mi persona sigue llevando el cruel peso del honor que me inculcaron en el siglo XV, justo en la misma época en que un malvado señor feudal me condenó a velar eternamente. Hoy por hoy, aun vampira, los políticos me siguen chupando la sangre, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
El caso es que como de vampiros va hoy el rollo que os estoy soltando, aprovecho la ocasión para dedicarle un par de poemillas a mi vampiro favorito: el señor Deacon Frost.
EL VAMPIRO
Tú que, como una cuchillada,
has entrado en mi corazón quejumbroso;
tú que, como una manada
de demonios, enloquecida y adornada, viniste,
de mi espíritu humillado
a hacer tu lecho y dominio;
-infame a quien estoy ligado
como el forzado a la cadena,
como al juego el jugador empedernido,
como el borracho a la botella,
como los gusanos a la carroña
-¡maldita, maldita seas!

He rogado a la rápida espada
que conquiste mi libertad,
y he dicho al pérfido veneno
que socorra mi cobardía.
¡Ay! El veneno y la espada
me han desdeñado y me han dicho:
"No eres digno de que te liberen
de tu maldita esclavitud,
¡imbécil!-de su imperio
si nuestros esfuerzos te libraran,
tus besos resucitarían
el cadáver de tu vampiro!"
      CHARLES BAUDELAIRE, Las flores del mal
EL APARECIDO
Como los ángeles de fiera mirada,
volveré a tu alcoba
y me deslizaré hasta ti sin ruido
con las sombras de la noche;

y te daré, morena mía,
besos fríos, como la luna,
y caricias de serpiente
arrastrándose en torno a una fosa.

Cuando llegue la lívida mañana,
encontrarás mi lugar vacío
y hasta el anochecer seguirá frío.

Como otros por la ternura,
en tu vida y en tu juventud,
¡yo quiero reinar por el terror!
      CHARLES BAUDELAIRE, Las flores del mal
Bueno, con ánimo de no aburriros más y de no acabar como Pozí tras tantas horas ante este trasto y, ante la inminente amenaza del sol, voy a intentar que mis párpados se cierren hasta que el crepúsculo cubra de nuevo este pequeño fragmento de planeta.

2 comentarios:

  1. Hola q tal....he visto tu comentario.....los dos piropos esos estan muy...muy..."graciosos"...el ultimo.....nunca lo habia oido. Gracias por pasarte y aportar algo de ti en mi space...pasate cuando quieras y si quieres, forma parte de la galeria de "Gente del mundo space"...si quieres saber de que va...mira dentro de la categoria entretenimiento...Un bezo y hasta otra

    ResponderEliminar
  2. Esto va de miedo? jejejejebesos

    ResponderEliminar